La importancia del juego PADRES E HIJOS
Por Lic. Patricia Rico / Psicóloga de Preescolar
Ya está cerca la época navideña y con ella la lista de regalos y peticiones para Santa Claus; de las cuales el 80% de las solicitudes son juguetes que van desde tradicionales, sin pilas, juegos de mesa hasta los electrónicos más modernos. Y para obtenerlos hay todo un ritual previo: hacer la cartita, “portarse bien” para recibir los juguetes que pediste, etc. Lo cual es maravilloso ya que son momentos de armonía e ilusión, pero cuántos de nosotros, como padres, analizamos el juego o juguete solicitado, es decir, ¿es el adecuado para la edad de mi hijo/a?, ¿favorece en su desarrollo ya sea a nivel social, motriz, cognitivo, etc.? y lo más importante ¿cuánto tiempo le invierto yo para jugar con mi hijo/a?; Ojo, no me refiero que él o ellos jueguen con sus juguetes, sino a esta convivencia padres e hijos.
Desafortunadamente, por el ritmo de vida en la actualidad, muchas veces no jugamos con nuestros hijos y nos dejamos llevar por la mercadotecnia, en cuanto a solo tener los mejores juegos o juguetes. Por eso quiero compartirles los beneficios que tenemos al jugar en familia, no importa la edad que se tenga.
La principal es que refuerza los lazos familiares, favorece la tolerancia a la frustración, trabajo en equipo, enseñar valores, disminuye niveles de estrés y ansiedad, se aprende a reconocer límites, desarrollar la parte creativa y mejorar la interacción social con sus iguales, además, contribuye al desarrollo de destrezas sensorio – motoras, en el lenguaje e intelectuales.
Recordando la Teoría de Piaget, nos habla de la evolución del juego, en la cual entre los 2 y 4 años se da el juego simbólico (representación de la imagen mental), de los 4 a 6 años se da el juego de reglas y de los 6 a los 11 años el juego se vuelve más social, abstracto e intelectual. En base a ello les comparto una lista con sugerencias de algunos juguetes que considero adecuados para cada etapa de nuestros hijos.

Los invito a reflexionar y buscar tiempos de convivencia familiar.
Muchas gracias por compartir. En definitiva hay que hacerse de un tiempo para dedicar a jugar con nuestros hijos. Fuera de lo académico, es una oportunidad para ir evaluando su desarrollo.